La Obra Misionera de Jesús y María, es un Instituto religioso de derecho Pontificio fundado en España por María Pilar Izquierdo Albero, beatificada por el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, el 4 de noviembre de 2001. Las Hermanas de la Obra Misionera, añaden a su nombre las siglas O.M.J.M. para subrayar su pertenencia a la Congregación. Interpretando y respondiendo fielmente al carisma que la M. Fundadora confió a sus hijas, se propone como fines especiales servir a Cristo y realizar la consagración de su vida en la práctica amorosa de las obras de misericordia, especialmente con los pobres, enfermos, obreros, niños y necesitados de cualquier orden que sean.
Para alcanzar estos fines se propone:
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Atender a los pobres, ancianos, enfermos y obreros en sus domicilios particulares y en Centros propios u oficiales.
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Acoger a los niños en Centros de Educación Infantil especialmente a los hijos de padres trabajadores o enfermos.
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Llevar hacia Dios a cuantas personas estén alejadas de las prácticas religiosas, facilitando la recepción de los Sacramentos, y colaborando en la Pastoral parroquial.
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Llevar esta acción a los territorios de Misiones.
Este era el ideal de la Madre María Pilar y por él vivía y se deshacía. Su anhelo fue la salvación de las almas dando a conocer y amar el Amor Divino. De ahí su lema era: «dolor, almas, amor», que lo llevó hasta sus últimas consecuencias. Herencia que legó a sus Hijas con su ejemplo, dejándolo plasmado en sus pensamientos.
«El amor lo vence todo, y por el amor somos esclavos de toda aquella alma que está sedienta de nuestro Dios y de todo aquel corazón frío que no lo conoce.» Al decirte todas estas palabras insignificantes me entra un hambre tan feroz que quisiera transformarme en aire para convertir todo el mundo y llevar a todos aquellos al regazo dulcísimo de nuestro Dios. ¡Qué emoción ser misionera! ¡Oh sí, ser embajadoras de nuestro Jesús! y ¿cómo no va a ser dicha el dar de comer al hambriento de beber al sediento y vestir al desnudo? ¿verdad que no puede haber mayor felicidad, ni mejor cielo en este destierro? (Carta de la M. Mª Pilar Izquierdo).

¡Caminando se hace el camino!